domingo, 9 de noviembre de 2014

A la espera del bebé.

Hoy informo, y lo hago con muchísimo placer,  que en pocos meses tendremos otro miembro en la familia. El bebé llegará en el precioso mes de mayo, bella fecha para nacer. Igualmente bonita es marzo o septiembre, desde luego, pero éste verá el mundo en mayo, y todos tan felices.
A mi me gustaría que fuese una niña, pero me paro a pensarlo y me digo sinceramente que nada me parecería mejor que un varón, si como varón naciera. 
Es increíble el cariño hacia los nietos. Dicen que los abuelos llegamos a querer más a los nietos que a los hijos. Yo no  lo creo. Sí creo que esto te llega en otra época, cuando los hijos ya no te pertenecen, y te cae este regalo de Dios, que supera todas las expectativas. Los quieres con locura, en otro momento de tu vida.
Alguien me dijo no hace muchos días que ahora tendría que repartir mi cariño entre los cuatro y que de esa manera habría de restarles algo a los otros tres. Pues se equivoca, ya que el amor crece y crece a medida que tienes que entregarlo y nunca te quedas escasa de ese  Don. Yo ya estoy haciendo acopio para entregárselo en cuanto vea su linda carita. ¿Será rubito? ¿Morenito? ¿Grande? ¿Mas pequeñito? ¿Mas o menos peso?  ¡¡Da igual!! Será nuestro bebé. El bebé al que habrán de cuidar y educar sus papás, como lo han hecho con sus otros hijos, y por ello, estamos seguros de que será una criatura buena y de corazón bello,  como lo son sus hermanos. 
No se puede esperar nada mejor de los hijos, si no que sean honrados y lleguen a formar una familia como la que mis hijos han formado.  Aquí y ahora un beso enorme para ellos y sus esposas, que conforman lo que tan orgullosa me tiene.
Ahora esperaré impaciente, pero tranquila, la llegada de nuestro bebé, al que cubriremos de besos y de amor interminable,

Conchita Zabala.