miércoles, 28 de octubre de 2020

Un bello amanecer.

 


Un amanecer tan bello

como el que tus ojos mira.

Un cielo azul que renace,

una oscuridad perdida.

Las estrellas que se esconden

bajo la faz de la luna.

Un sol con luz desmedida,

que con impacientes rayos

deja la noche desnuda.

Tanta belleza no aguanta

los ojos con los que miras;

Y los entornas un poco, 

Y aún entonces, entornados,

ves que la noche, vencida,

deja que nazca de nuevo

el bello amanecer del día.

El Amanecer del día.


Amo el campo en primavera,

cuando el sol baña la aurora,

cuando sus rayos decoran

esas paredes sombrías

del interior de mi alcoba.

Y el despertar de alegría,

de los pájaros que cantan

al llegar el nuevo día,

diciéndome con sus trinos

que el día está comenzando

y que el sol nos ilumina

bañándonos con su manto,

después que acaba el letargo

de la noche larga y fría.

Es el día que renace,

después de la noche oscura,

para dar vida a los seres,

que sin él nunca podrían

comprender cuanta belleza

esconde el amanecer del día.