martes, 25 de febrero de 2014

Los concursos de la tele

Tengo la casi seguridad de que pasados algunos años la falta de empleo no será muy preocupante. ¿Que por qué? Pues muy sencillo: Habrá personas que serán concursantes de algún reality; otros,  participantes,  por medio de la llamada, en los programas del momento, donde, así, por las buenas, te aseguran que conseguirás gran cantidad de dinerito fresco, o también podemos ser concursantes de programas en los que regalan, si contestas correctamente a las preguntas, cantidades ingentes de dinero, fresco también. En cualquier caso, siempre te llevas a casita algo. ¡¡Un chollo señores!! Algunos programas acumulan tal cantidad de dinero, que uno tiembla y no deja de pensar en lo que haría si fuese suyo. Pero ¿Cómo se puede llegar a conseguir? ¿Hay que ser erudito en algunas materias?  ¿Debe el concursante conocer la historia del mundo? ¡No, no exigen nada de esto, que va! Las preguntas, normalmente al menos, no se corresponden con este tipo de estudios. ¡Es muy fácil, te dicen ! Aunque, bueno, solo en teoría, ya que de repente, y despues de otras simples,  te llega una que se las trae.  Veamos, la pregunta puede ser: " Insecto ortóptero, nocturno y corredor, de unos tres centímetros de largo, cuerpo deprimido, aplanado, de color negro por encima y rojizo por debajo, alas y élitros rudimentarios en la hembra, antenas filiformes, las seis patas casi iguales y el abdomen terminado por dos puntas articuladas." Y, claro, como ya no te acuerdas de cuando estudiaste esta ciencia, y aún conociendo de vista al interfecto, ni por asomo lo relacionas, pues no tienes mas remedio que pasar palabra o decir: ¡Mosca! ¿Que vas a contestar, así de repente ante una pregunta tan simple?  Oh, no, la respuesta correcta es ¡¡Cucaracha!!  ¡Adios a los millones!   ¡Que pena! Así es, has perdido tu oportunidad. Igual otro participante tenga mas suerte. El dinero se acumula, aumentando de forma alarmante y el pobre concursante queda fatalmente impactado y con cara de pena morena. 
Luego hay otra cosa que es verdaderamente penosa, y es la pregunta del millón del presentador, como:  "¿Y que hará con el dinero que gane?" El, o la pobre,  como tiene que contestar algo y no va a responderle que ni tanto así le importa al presentador o presentadora, y como no le cabe duda de que debe caerle bien, no  puede impedir decirle: "Ayudaré a la humanidad necesitada y me reservaré algo para mí mismo....., algún capricho" ¡¡Infeliz!!
En fin, que los concursos son el tocomocho de la tele; Te la dan con queso. Asimismo hay que reconocer que son la ilusión de las personas que piensan salir de su estatus de forma fácil, aunque no lo sea tanto.
En fin, que habremos de acostumbrarnos a este tipo de concursos, que llenan las horas de aburrimiento letal que padecemos, insuflándonos vanas ilusiones a todo el género humano que le dedicamos a la tele horas de nuestro tiempo libre.
Está claro, los concursos y los realitis son el futuro y hemos de ir preparándonos.

Conchita Zabala

viernes, 14 de febrero de 2014

Día de San Valentín

San Valentín se marcha. Cada año este buen Santo baja a la tierra para comprobar el trabajo que durante un año completo se ha esforzado por llevar a cabo. Eso debe ser difícil, ya que con tanto enamorado como hay, cuesta mucho que conserven para siempre en sus corazones las flechitas que Cupido les lanza, y San Valentin intenta conseguirlo, que ya es trabajo, oigan.
Este día se celebra con la mayor ilusión. Es bonito, la verdad, pero yo imagino lo que sufrirá el pobre San Valentín cuando vea algunos de sus corazones perdidos sin remedio, tiene que ser penoso, muy penoso para él. Tratará de llevarlos de nuevo por el camino del amor, haciendo lo imposible por conseguirlo, aunque si al final no logra su objetivo, quedará para siempre un borrón en su ficha celestial. Naturalmente no todo serán borrones, ni mucho menos. Tengamos en cuenta la cantidad de eternos enamorados que existen. Todos son obra de conservación suya y solo suya. Un trabajo ímprobo, la verdad, pero grato, muy grato para él por lo mucho que le cuesta conseguirlo.  Es de suponer que a veces estos casos los relegue un poquito, sin desatenderlos, en la seguridad de que perdurará el amor en sus corazones por siempre,  para atender a los noveles que acaban de ser flechados por el angelito, ya que a éstos no hay que perderles de vista, pues necesitan de toda su atención para que fructifiquen. Y lo logra, o no, pero nunca ceja en su empeño.
En fin, que como se ve, el pobre tiene mucho trabajo durante todo un año entero, por lo que no está de mas que se le premie con este día, pues sin duda lo merece. Yo pienso celebrarlo cada año; Creo que su intercesión es fundamental para que, gracias a su buen hacer, haya en este día tantos corazones felices y enamorados.
Besos para San Valentín.

Conchita Zabala.

jueves, 6 de febrero de 2014

La tan esperada jubilación

¿Qué supone para un jubilado el primer día de "libertad"? Pues digamos que: Alegría, tranquilidad, satisfacción y, sobre todo, ilusión. Cada uno de ellos lo recibe de diferente manera, ya, pero, en general, ésta es la tónica. ¿Que hacer ese día? Pues mejor nada, tan solo burlarse del reloj, que durante toda una vida te ha despertado a una hora fija, temprana. Ya no será necesario. Tampoco será necesario desayunar con rapidez, o incluso no desayunar, ya que la escasez de tiempo ahora no es ningún problema.
Siempre se ha tenido en la cabeza lo que haríamos cuando llegase el momento: Trabajos manuales;  Dedicar tiempo a los juegos que siempre nos han gustado; Cocinar; Aprender idiomas;  Sacar el bachillerato; Viajar,  o  ayudar en alguna ONG, o en  algún Centro donde pudiéramos ser útiles. ¡Qué bonito todo! De verdad, precioso. Todo esto se piensa antes de la jubilación. Estoy segura de que todo lo haríamos con menos años, pero ¡con 65!  creo que de lo único que tenemos ganas es de hacer en cada momento lo que quieres, que no es precisamente lo que habíamos imaginado. Así es, tenemos que reconocer que lo que piensa nuestra cabeza no es en absoluto lo que quiere nuestro cuerpo. Bueno, para ser sinceros, se podría mantener este ritmo de vida durante algunos años, pocos, pero sí alguno, éso las personas que lleguen a la jubilación con buena salud, porque si no es así, mas vale no pensarlo.
Esto no es por desanimar, no, es sencillamente reconocer la verdad de lo que ocurre en la mayoría de los casos, aunque es cierto que hay jubilados que se lo pasan estupendamente haciendo con su ocio lo que siempre pensaron, pero yo creo que son la minoría. Porque, vamos a ver, expongamos situaciones:
- Jubilados (hombres): La mayoría gastan su tiempo libre en trastear por su casa, impidiendo a la esposa (jubilada también) disponer del suyo, así como en ir al Supermercado para empujar el carro, como si éste  fuera de combate. Les gusta ir a la compra, que le vamos a hacer. No lo han hecho nunca y les queda a ellos ese gusanillo que...., También comienzan a cocinar, lo que no está mal en absoluto, siempre y cuando se ocupen de recoger y limpiar lo que manchan. La malloría se especializa en paellas y para ser sinceros les sale muy buena, si es que no se les olvida salarla, que a verces pasa. Me dirán que los mejores cocineros (un bulo enorme) son hombres, bien, pero ellos aprendieron la profesión y no han hecho otra cosa que cocinar en todo ese tiempo. Una parte importante de su tiempo, lo emplean en "ordenar" los utensilios de la casa, haciendo que la esposa enloquezca buscándolos en el lugar donde lo dejó la última vez. También protestan, duermen, protestan, duermen.....  Naturalmente esto no le resta felicidad al hecho de la jubilación, ¡que va! ¡El resto de vida jubilado! ¡Que bien! Ahora, ahora es cuando la marcha de su hogar está totalmente controlada. ¿Y de ésto se quejaba su esposa? ¡Anda, mujer!
- Jubiladas: Muchas están contentas por haber conseguido llegar a este momento de su vida, aunque desde luego algunas hubieran querido que esto sucediera algunos años antes. Ahora viven mas tranquilas. Sus hijos se han casado; tiene más posibles, ya que no tiene que mantenerlos y tanto su esposo como ella tienen en general menos necesidades. Ha engordado y la ropa que utilizaba antes le queda ahora pequeña. Hace dieta, la mujer, pero no adelanta nada, o casi nada: tan sólo que le sirva la ropa de dos o tres tallas menos que se compró al terminar la dieta anterior, y tan solo durante algún tiempo, poco desde luego. El sofá es el centro neurálgico de la casa y el esposo hace de él su refugio particular.  A ella le gustaría ocupar su tiempo en algo, si pero ¿en qué? Siempre pensó que la jubilación sería una etapa  aburrida, pero ahora lo confirma: ¡¡Es un aburrimiento enorme!! Tampoco consigue hacer compras con la tranquilidad que antes tanto deseaba, aunque en realidad ahora no tiene ninguna prisa. Entonces ¿Por qué va siempre corriendo? Misterios de la naturaleza humana.
En fin, que en mi opinión la jubilación está muy bien a priori, pero que luego, cuando ya dispones del tan ansiado tiempo, parece como que emplearlo pues te cuesta. Total, que lo único cierto es que  siempre se desea lo que se ha perdido. Nunca estamos contentos con casi nada de lo que tenemos o podemos disfrutar.
Total, que yo ahora empiezo a comprender lo fenomenal que puede llegar a ser esto de la jubilación ¿O no? Para ser sincera, todavía no lo se.

Conchita Zabala.