martes, 16 de septiembre de 2014

La importancia de la imagen

Llegar a conseguir que el trabajo que desarrollas sea considerado por quien te lo ofrece resulta difícil, ya sea por su dificultad, por su horario, por su rutina, por la imagen.. La verdad es que ésto es difícil. Nos gustaría a todos más acomodo, claro, pero ya se sabe que eso no es posible en la mayoría de los casos.

Debería poner ejemplos varios, pero fijaré mi atención en una profesión que abarca los inconvenientes a los que he hecho referencia y que es la que yo conozco: Telefonista/Recepcionista.

Esta profesión requiere de unas condiciones especiales, tanto personal como profesionalmente, ya que se necesita, además de aptitud, entrega.  Es sumamentre importante la imagen dada por el profesional que lo ejerce, debiendo derrochar un trato exquisito y, lo mas importante, ha de ser siempre prudente y discreto. Su aspecto deberá resultar agradable, ya que de ello depende, de alguna manera, que a  las personas relacionadas con el medio al que pertenece, les resulte grata su labor.

Llamar a una oficina y encontrar que te atiende una voz encantadora (a ellos así se lo puede parecer), ayuda a la Empresa, y aunque parezca una exageración, es cierto. Claro está  que las telefonistas  no hacen negocios para la Empresa, pero sí ayudan un poquito a conseguirlo. Yo, que una vez fuí telefonista, sí puse mi granito de arena para ello (al menos es lo que mi jefe me dijo cuando me llamó a su despacho para hacérmelo saber).

La recepción es asímismo una parte más de la Empresa, y también su cometido es importante, Imaginen a una persona mal encarada, con el día torcido y sin entusiasmo, harta de estar en la oficina y con ganas de protestar por ello, atendiendo las visitas.  ¿Es idónea para este trabajo? ¡Nooo! ¡O, incluso demasiado expresiva! ¡Pues tampoco!¡No quiero ni pensar en el resultado! Por lo tanto, es indudable que este oficio requiere de talento para desarrollarlo, aunque en la mayoría de los casos no se reconoce.

Cada día comienzas, aunque hagas lo mismo del día anterior. A veces es muy divertido y a veces estresante, pero hay que pensar que es un trabajo y nada más. Con suerte, con mucha suerte, sales a tu hora, que es un inconveniente, sí, pero así es la vida.

Por lo tanto, toda persona que cumple una labor tan importante como lo es esta a la que nos estamos refiriendo, merece la misma consideración que cualquier otra, dejando de lado aquello de:  “La/el chica/o de la centralita”, motivo éste suficiente como para publicar este artículo y reivindicar esta profesión, que en realidad debería llamarse: ¨"Ingeniero Técnico en Comunicación y Atención al Cliente" ,  INTECAC , y no otra cosa ¡Ea!

Así, las solicitudes a estos profesionales serían así:

- "Se precisa personal INTECAC, para Empresa solvente. Buena remuneración y entorno agradable". Interesados contactar con nuestro Depto. de RRHH" 

De ningún modo hablo en nombre de toda la profesión, sino tan solo en el mío propio y en el de las personas que se den por aludidas, claro está. Todo aquel/aquella que no desee ser así considerado pues que no lo sea.

Como comprenderán:

Una telefonista.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Las felices vacaciones

Primer día del resto de nuestra vida. Hemos acabado las vacaciones. Se avecina un tiempo ingrato. Hay que volver al ¨tajo¨. ¡Que horror! ¡Con lo que hemos disfrutado! ¡Ay! Ahora solo nos queda relatar lo bien que lo hemos pasado; Mostrar fotos, todo lo que hemos comido (siempre demasiado) y lo duro del regreso. Hay que recordar lo maravillosamente bien que hemos estado allí (donde sea), la benignidad del clima, a pesar de que, sí, hacía calor, pero que ni lo notábamos, claro: Playa, terracitas, paseos al atardecer, y, sobre todo, cervecitas a todo trapo, fresquitas.... ¡Qué ricas! Prisa cero por la mañana.¡No tenemos que ir a trabajar! ¡Todo el día para distribuirlo a nuestro antojo! 
¡Jo, qué gozada!
Claro que, los que veranean con sus hijitos lo disfrutan mucho mas, ¿Sí?: Baños en el agüita salada; enterramientos en la arena, tan solo asomando la cabecita (de los papas). Aunque están de vacaciones, desarrollan un trabajo importante, que no les importa desarrollar: ¡Vigilantes en la playa! Todo el tiempo, todo. Buscadores de conchas, y mas...
No tienen ninguna prisa, pero han de ir a comer con hora, por los nenes, y los paseitos se acortan, pues hay que acostarlos, aunque merece la pena. ¡Qué ternura! Madrugan, eso sí, pues los nenes han descansado suficientemente y respetan su hora de levantarse: las 8 (o las 7, todo depende) ¡Qué alegría! ¡Hala, a la playa! ¡Cómo no ha de ser duro el regreso! ¡Pues claro que si! Ya entonces se olvidan las horas interminables de coche. ¡Eso se olvida rapidamente!
Lo cierto que que ninguno de estos ha sido mi caso. No he tenido niños, no he tenido playa, no he tenido paseitos al atardecer, así como tampoco he tenido prisa en absoluto. Ahora, tranquilidad, toda; comida, toda, arrepentimiento posterior, todo. Ha habido mucha cervecita fresca, fresca, mucha compra en el Joalte y mucha visita al chino del lugar, para adquirir alguna fruslería. A pesar de no disfrutar de la playita, he gozado con la Banda local, en la plaza del pueblo, que ha tocado cada viernes durante los meses de Julio y Agosto. He asistido a representaciones teatrales, teniendo como intérpretes al grupo de teatro del lugar, desde la Plaza de Toros, y disfrutado del frescor del atardecer sentada en una terraza ante un espectacular helado. Bueno, el resultado no ha sido malo.
Ahora he regresado. Se acabó. Hasta el año que viene. Claro que: Continúo sin prisa. Puedo trasnochar, madrugar o no, al gusto,  tomar helados, ir de tiendas, etc.  De esto deduzco que sigo estando de vacaciones, y yo creo que tantas vacaciones aburren un poco......, ¿No?
A todos los que habeis disfrutado de ellas os deseo un feliz regreso al trabajo. No os preocupeis, un año pasa rápido y pronto estareis de nuevo preparando las siguientes, en el mismo o en un lugar diferente.  ¡Feliz espera!

Conchita Zabala