lunes, 1 de septiembre de 2014

Las felices vacaciones

Primer día del resto de nuestra vida. Hemos acabado las vacaciones. Se avecina un tiempo ingrato. Hay que volver al ¨tajo¨. ¡Que horror! ¡Con lo que hemos disfrutado! ¡Ay! Ahora solo nos queda relatar lo bien que lo hemos pasado; Mostrar fotos, todo lo que hemos comido (siempre demasiado) y lo duro del regreso. Hay que recordar lo maravillosamente bien que hemos estado allí (donde sea), la benignidad del clima, a pesar de que, sí, hacía calor, pero que ni lo notábamos, claro: Playa, terracitas, paseos al atardecer, y, sobre todo, cervecitas a todo trapo, fresquitas.... ¡Qué ricas! Prisa cero por la mañana.¡No tenemos que ir a trabajar! ¡Todo el día para distribuirlo a nuestro antojo! 
¡Jo, qué gozada!
Claro que, los que veranean con sus hijitos lo disfrutan mucho mas, ¿Sí?: Baños en el agüita salada; enterramientos en la arena, tan solo asomando la cabecita (de los papas). Aunque están de vacaciones, desarrollan un trabajo importante, que no les importa desarrollar: ¡Vigilantes en la playa! Todo el tiempo, todo. Buscadores de conchas, y mas...
No tienen ninguna prisa, pero han de ir a comer con hora, por los nenes, y los paseitos se acortan, pues hay que acostarlos, aunque merece la pena. ¡Qué ternura! Madrugan, eso sí, pues los nenes han descansado suficientemente y respetan su hora de levantarse: las 8 (o las 7, todo depende) ¡Qué alegría! ¡Hala, a la playa! ¡Cómo no ha de ser duro el regreso! ¡Pues claro que si! Ya entonces se olvidan las horas interminables de coche. ¡Eso se olvida rapidamente!
Lo cierto que que ninguno de estos ha sido mi caso. No he tenido niños, no he tenido playa, no he tenido paseitos al atardecer, así como tampoco he tenido prisa en absoluto. Ahora, tranquilidad, toda; comida, toda, arrepentimiento posterior, todo. Ha habido mucha cervecita fresca, fresca, mucha compra en el Joalte y mucha visita al chino del lugar, para adquirir alguna fruslería. A pesar de no disfrutar de la playita, he gozado con la Banda local, en la plaza del pueblo, que ha tocado cada viernes durante los meses de Julio y Agosto. He asistido a representaciones teatrales, teniendo como intérpretes al grupo de teatro del lugar, desde la Plaza de Toros, y disfrutado del frescor del atardecer sentada en una terraza ante un espectacular helado. Bueno, el resultado no ha sido malo.
Ahora he regresado. Se acabó. Hasta el año que viene. Claro que: Continúo sin prisa. Puedo trasnochar, madrugar o no, al gusto,  tomar helados, ir de tiendas, etc.  De esto deduzco que sigo estando de vacaciones, y yo creo que tantas vacaciones aburren un poco......, ¿No?
A todos los que habeis disfrutado de ellas os deseo un feliz regreso al trabajo. No os preocupeis, un año pasa rápido y pronto estareis de nuevo preparando las siguientes, en el mismo o en un lugar diferente.  ¡Feliz espera!

Conchita Zabala












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