martes, 9 de junio de 2015

Calor de verano

Estamos en puertas del verano (al menos lo parece), otro año mas. De nuevo ¡¡Que calor! Esas son dos palabras que no borro de mi boca durante la estación veraniega.  No me gusta, no me gusta nada el calor tremendo del verano. Ni el sol abrasador que se sufre en la playa. No me gusta rebozarme, ni tan siquiera salpicarme con su arena. ¡¡Que molesto!! Te quemas los pies; te encuentras pegajoso, debido a la "mano" de crema que debes untarte para que el bendito sol no te abrase la epidermis y te salgan unas ampollas de cuidado,  sabiendo como sabemos ahora que debemos conservarla sin maltrato solar,  para que en la vejez no nos aporte algún problema no deseado.
No me gusta tomar el sol, ni bañarme en sus aguas. Ni tan siquiera cuando hube de ir cargada con silla, sombrilla, etc., portando, además, agua para los niños; los gorritos, muda de bañadores,  las palas y  los cubitos y los rastrillos para construir presas, o castillos; la merienda y una pila de toallas, tratando inútilmente de no  molestar al vecino que tienes pegado, ni siquiera entonces me gustaba..
Lo que a mi de verdad me gusta es ver el mar. Disfrutar de él, pero sin meterme en sus aguas. Disfrutar de su olor y pasear por su arena a primera hora de la mañana, cuando le playa está vacía. O dormirme escuchando el sonido de las olas al chocar contra las rocas. ¡Grandioso! No me gusta el verano, a excepción de ésto.
Y después de este infierno, llega el fresquito. ¡¡Ohhhh, que gozada!! Claro que ya no puedes ponerte vestiditos favorecedores, que dejan mostrar el moreno de la piel y lo guapa que estás y te encuentras el primer día de trabajo. Monísima. ¡Que morena! ¡Y que guapa! Pero ésto dura poco. Cuando yo me lucía me duraba un suspiro el moreno. Rápidamente desaparecía como por arte de magia. Los fines de semana, sí, en el pantano de El Burquillo, bien...., pero poco a poco ha ido desapareciendo mi afán por el curtido de la piel.
Como digo, me gusta el fresquito, la lluvia (sobre todo); la nieve (bella, bella), y el color gris de esos días, aunque éstos duran poco.
El caso es que no me gusta el calor (el sofocante, claro)
Disfruto bajo la lluvia.
Y pienso que la nieve realza tanto el paisaje que contemplarlo es una maravilla.
Espero con impaciencia que llegue para disfrutar de todo lo que nos ofrece esta fresca  y bonita estación.

Conchita Zabala.





































































































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