jueves, 17 de octubre de 2013

Problemas de peso


Hoy en día tenemos todos muy presente que nuestra única meta es  “ADELGAZAAARRR” ¿Cómo? ¡Ah¡ Ahí está el quiz de la cuestión. Hay dietas adelgazantes por doquier: La que siguen algunas estrellas, la que siguen otras, la de la alcachofa, etc., un montón de ellas que, a priori, te hacen adelgazar, pero luego, las muy pécoras, se vengan de una manera espantosa: Te maldicen con que en el transcurso de un año, recuperarás lo perdido, más el Iva, si es que las abandonas. No sé  a ustedes, pero  a mí me hieren en lo más profundo, porque no concibo la vida a dieta. Por eso y debido a mi falta de voluntad, tengo el  armario bien nutrido con ropa de diferentes tallas: 46 – 48 – 50…. (La 44 dejé de usarla hace tiempo inmemorial).  Que adelgazo, una talla;  Que engordo,  otra, y parece que así no sufro tanto. Bueno, no sufro tanto si no tengo la debilidad de mirarme en un espejo.  Esta coquetería no me la quita ni los años. Pero sufro, ¡Ay lo que sufro!
Ahora estoy pensando en seguir alguna. Podría ser la última que hice, que me adelgazó rápidamente, dejándome la mar de guapa,  pero ¡Y lo que me cuesta! ¿Y hasta que la empiezo?  ¡¡Un triunfo!! Eso es lo que me cuesta. Y te pones a pensar delante del espejo, tratando de estilizarte: “Pues, no estoy tan mal, que digamos, o digamos que estoy mal, pero no pienso ser tan negativa”  ¡Sí que mi contorno está más redondito!  ¡Sí que parece que me ha aumentado algo el cu….! ¡A ver, voy a probarme ese pantalón que hace un mes me estaba tan guapo!  Me lo pruebo y  ¡Oh! Vaya por Dios, me tira un poco de tiro y la cintura me aprieta, vamos que no me lo puedo abrochar… O sea, que lo pongo en el montón de los desechables cuando engordo y agarro uno de mayor talla.  ¡Ay! (Suspiro resignado).
 A pesar de todo, creo que conseguiré cambiar a una talla menor en….., bueno en el menor tiempo posible, aunque no doy fecha. Cuando lo consiga, mi alegría no tendrá límites. ¿Lo verán? Ja, ja, ja, en el fondo me da risa. ¿Es que las rellenitas (no más) no tenemos derecho a la vida?  Pues yo creo que sí, y que tampoco hay para tanto. Todos engordamos si comemos (con alguna salvedad), y que si la mayoría de los delgados están así es porque son inapetentes,  se cansan pronto de comer, cosa que no nos pasa a nosotros, que siempre o casi siempre tenemos apetito y casi siempre nos gusta lo que comemos.. Ya sé que todo esto es discutible, pero yo no lo pienso discutir. Ahora voy a prepararme un poquito de merienda, rica, rica…

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