sábado, 23 de noviembre de 2013

Elecciones 14-M 2004



Amanece un nuevo día, que parece ser igual a los días anteriores, aunque no sería tal. Pasadas las ocho y media, con virulencia infernal, explosionan unas bombas en la Red Ferrovial, colocadas en mochilas con intención de matar. 
En Atocha, en El Pozo y en Santa Eugenia, que van cargaditas  de viajeros que tienen que transbordar  para ir a su trabajo o a su centro escolar, se producen explosiones que comienzan a matar a ciento noventa seres, hiriendo a  muchos más.
Estos hechos se suceden en una fecha crucial, ya que  pasados tres días  se habrían de celebrar  elecciones generales, que parecían dejar  por delante del PSOE al Partido Popular, según algunas encuestas  de gran fiabilidad.
El portavoz del Gobierno y otras muchas voces más adujeron que la ETA  es la que estaba detrás de tan horrendo atentado. A nadie pudo extrañar, ya que estos asesinos  son capaces de matar  dando tiros en la nuca,  o con bombas, les da igual. 
Y van pasando las horas. El PSOE anuncia ya que la ETA no es culpable  de este acto criminal. Que todo fue perpetrado por islamistas, que por dar  ayuda humanitaria allá en la guerra de Irak, se vengan poniendo bombas para hacérnoslo pagar.
Como es lógico pensar, a nadie gusta la guerra,  y no solo la de Irak, si no otras que existieron, que existen y existirán,  por el interés humano que no se puede frenar.
La disyuntiva era clara: O la ETA o el Islam. El PP culpaba a ETA y el PSOE al Islam.  Ambos invitan al pueblo que salga a manifestar que están contra el terrorismo de la la ETA y del Islam. La gente salió a la calle  dispuesta a castigar  al PSOE, si fue  ETA, o al  PP,  si fue el Islam. 
Quedó bien claro aquel día, que el complot que hizo el PSOE  le ayudó, sin duda alguna, a ganar las Elecciones. El  PSOE hizo campaña el día de reflexión, lo cual indica de sobra que eso les ayudo. La gente muy afectada por tan terrible suceso, echó la culpa al PP, y le castigó por éso. Ganó el PSOE en las Urnas porque le votaron más y el PP perdió en las urnas, porque no supo ganar.
 ¡Quién lo iba a imaginar! Todavía no se sabe a quién del hecho culpar, aunque dicen que fue un moro, el solito, nada más, quién perpetró estos hechos, y ahí en la cárcel está, con mil y pico de años que aún le quedan por saldar. Quizás se sepa algún día la verdad de este suceso, aunque por lo que "El Mundo" averigua  se complica mucho eso. 
Ya ha pasado mucho tiempo y la cosa sigue igual. No han descubierto la trama, a pesar de gobernar con mayoría absoluta el Partido Popular.

Conchita Zabala.

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